La Justicia trata de averiguar qué sucedió la noche en la que se desató la tragedia que terminó con la muerte de Ana Ríos. Ya se conoce que la joven jujeña trabajó en un bar de Miguel Lillo al 300 hasta la madrugada del pasado viernes.
Cuando salió del trabajo, la estudiante de Veterinaria tomó un taxi -ya está identificado el conductor y declararía en las próximas horas- que la llevó al departamento de San Juan al 800, donde vive Facundo Gonzalo Guerrero, su novio, quien habría salido a bailar esa noche.
Los investigadores creen que hubo una pelea horas antes de que la estudiante cayera al vacío desde el cuarto piso. Debajo de las uñas de la joven se habrían encontrado sangre y restos de piel, por lo que se sospecha que la víctima al menos forcejeó con el acusado.
Los investigadores de la División Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi, tratan de encontrar a algún vecino que les informe si escucharon algún conflicto. Se sabe que ayer declaró el portero del edificio, pero no trascendieron sus dichos.
“Hubo un problema por el fin de semana largo, pero después nos dimos cuenta de que la Fiscalía X trabajó la causa desde el mismo viernes. Hoy (por ayer) mantuvieron una reunión con los familiares y allí les explicaron paso a paso la tarea que desarrollaron. No sólo quedaron conformes con la investigación, sino que además entendieron que se está teniendo en cuenta la cuestión de género”, dijo Juan Musi, representante legal de la familia.
El padre de la estudiante de Veterinaria dio datos que llevaron a la detención del novio
Guerrero se presentó ayer cerca del mediodía en Tribunales y luego de esperar un par de horas, quedó detenido. Está acusado del crimen de su novia, de 26 años. Con el correr de las horas, se fue desvirtuando la versión del sospechoso. Él dijo que la estudiante universitaria se había quitado la vida porque estaba deprimida porque se había quedado sin trabajo y porque tenía deudas. Sin embargo, el padre de la joven dijo que el acusado había agredido a su hija en varias oportunidades. El dueño del bar donde trabajaba Ríos desmintió haberla despedido.
En este edificio estaba Ríos cuando cayó al vacío
"Ana sabía perdonar, por eso llegó a este punto", dijeron amigos de la joven que cayó del edificio
Durante la mañana de ayer, decenas de amigos, familiares y compañeros de la carrera de Veterinaria de la UNT se manifestaron frente a los Tribunales para exigir justicia por la joven. Todos coincidieron con que no creen la versión que aportó Guerrero. "No fue suicidio"; "ella quería vivir"; "nos quitó a nuestra amiga"; y "justicia por Ani", fueron algunas de las leyendas que tenían los carteles.